Venta En Wallapop De Citas Para ComisaríAs De ExtranjeríA: "Te La Consigo Por cien Euros"
- Necesitabas una cita para las huellas, ¿no? ¿para qué exactamente provincia?
- Sí, la capital de España. ¿Cuánto cuesta y de qué manera se realizaría el pago?
- Son 100 euros. Me das tus datos y, si estás en Madrid, en 3 o bien 4 días hacemos el intercambio en mano.
El colapso de las comisarías de Extranjería y la arbitrariedad que marca el sistema para acceder a una cita previa, que obliga a miles y miles de inmigrantes a pasar días delante del ordenador en vano, han generado un nicho de mercado entre particulares, locutorios, abogados y gestorías que ofrecen citas previas a través de plataformas como Wallapop, Mil Anuncios o Facebook. Los precios fluctúan entre los quince y los 200 euros, dependiendo del servicio y del tipo de anunciante.
Entre quienes buscan sacar tajada de los retrasos existentes para conseguir una cita y de la carencia de información clara de la Administración para facilitar el trámite, se encuentran perfiles que aseguran ser "profesionales" del negocio y lograr plaza en comisaría en un tiempo exprés. Otros, sencillamente, admiten pasar horas delante del computador para ahorrar la tediosa espera a sus clientes a cambio de dinero. El 'conseguidor' H. está entre los primeros.
- ¿En 3 días? ¿cómo lo consigues tan veloz? Hay gente que pasa semanas delante del ordenador y nada...
- No necesito tanto tiempo. Hay otras páginas. Están las de la Policía, las normales, y otras.
Si la dificultad para pedir citas de extranjería era algo habitual ya antes del estado de alarma, la pandemia ha acabado creando un cuello de botella que está acarreando abundantes inconvenientes a centenares de extranjeros que amontonan meses con vivienda regular pero sin un documento físico de identidad. Con la “nueva normalidad”, asimismo ha regresado la desesperación de miles de residentes extranjeros frente a los obstáculos con los que se hallan para lograr una cita.
El pasado lunes, el Defensor del Pueblo ha urgido al Ministerio del Interior a corregir las "demoras excesivas" para conseguir cita previa de cualquier trámite presencial de extranjería. El departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska insiste en que se trata de una competencia de las subdelegaciones de Gobierno. Por su lado, desde el Ministerio de Política Territorial y Función Pública no han contestado a las preguntas de elDiario.es.
Para miles y miles de ciudadanos extranjeros, conseguir una cita acostumbra a acarrear meses de intentos en la página web donde se piden, emplear tiempo rellenando un formulario para, posteriormente, encontrarse un mensaje habitual: “En este instante no hay citas libres. Dentro de poco, la Oficina va a poner a su predisposición nuevas citas”.
Dada esta situación, miles y miles de ciudadanos extranjeros reflejan su tedio en diferentes conjuntos de Facebook de afectados. Entre consultas, lamentos, consejos y alertas de las horas a las que es más fácil conseguir un cita, también brotan comentarios de quienes ofrecen efectuar el trámite a cambio de dinero.
"Sin colas, sin esperas y, sobre todo, seguro. Pide tu plaza y obtén una cita para extranjería", reza uno de los anuncios publicados en distintos conjuntos de Fb de inmigrantes en España. Detrás del cartel se halla J. R., un supuesto 'gestor' que está detrás de varias publicaciones que ofertan el servicio. Una cita para la toma de huellas en la comisaría de Aluche de la villa de Madrid, uno de los trámites más demandados, cuesta ochenta euros. "Me pagas por mi tiempo de procurar coger una cita", responde J. R., quien asegura estar al frente de una "empresa on line" llamada Gestión Express, de la que no hay rastro en la página web. Al preguntar por su página, el vendedor aporta la dirección de un mail de Gmail.
A María (nombre falso) y su pareja los aconsejan en algunas de las contestaciones de quienes piden consejo para cumplimentar la toma de huellas necesarias para expedir la tarjeta de vivienda en la capital de España. Describen su servicio como "muy serio" y "económico". La mujer aprendió a manejar con fluidez la sede electrónica de las administraciones públicas a su llegada a España. "Estoy con los niños en casa, sin trabajo, conque puedo meterme cada hora en el PC para poder ver si hay citas. Ofrezco este servicio como particular para quien no tenga tanto tiempo y, de esta forma, ganarme un dinero", explica. Su precio es más económico, 40 euros, y no duda en dar consejos, por si acaso sus potenciales clientes prefieren procurarlo por sí solos. "En algunas provincias sí hay horarios, mas en la capital española cada día abren citas a diferentes horas", agrega la mujer.
F., quien asegura tener 13 años, defiende que vende citas para "asistir". cita toma de huellas "Como yo soy de Venezuela, dije: ¿por qué no ayudo a mis paisanos o a cualquier otro?", explica a elDiario.es en una charla mantenida por medio de Fb en julio. "Ahorita le logré la cita a un venezolano y a su mujer. No lo hice por necesidad sino por ayuda al prójimo. Yo únicamente tengo trece años y no ando cobrando tanto dinero como otros", sostiene el menor. "Por las citas de extranjería pido quince, veinte o 25. Por la DGT, que es la más difícil, pido 100", especifica.
Conforme denunció el Defensor del Pueblo este lunes, la Corporación recibe "quejas constantes sobre los problemas para obtener una cita previa y acceder al procedimiento de protección internacional". Alén del campo de las solicitudes de asilo, Francisco Fernández Marugán ha alertado de que "las contrariedades para conseguir cita anterior se han extendido a una multitud de trámites que deben efectuar los ciudadanos extranjeros en dependencias policiales de todo el territorio nacional". La situación lleva siendo denunciada desde hace años, mas se ha agravado tras la declaración del estado de alarma, debido a cese de la atención presencial y la acumulación de carga de trabajo para trámites que no pueden realizarse de forma telemática, como la toma de huellas o bien la recogida de las tarjetas de identificación.
Si bien la resolución debería servir como documentación válida, la falta de información al respecto impide en la práctica a los perjudicados realizar tareas cotidianas como tener una cuenta corriente, viajar a un país extranjero o aun lograr un empleo, debido a la desconfianza generada por la carencia de la tarjeta de identificación.